Las guerras médicas fueron el acontecimiento más formidable de la historia griega. Los persas habían extendido su imperio, ocupando Asia Menor y destruyendo ricas colonias jonias en la costa, lugares en los que había nacido la filosofía. Muchos griegos, entre ellos filósofos, tuvieron que emigrar a la Magna Grecia (Sicilia), trasladando allí la actividad filosófica. Pero llegó un momento en el que el choque entre persas y griegos fue inevitable, saldándose con la victoria griega. Todo este proceso, las guerras médicas y la victoria griega, originó un profundo cambio en Grecia. Se avanzó hacia la democracia, la ciudad de Atenas se alzó sobre el resto tras la guerra, desempeñando un importante papel, convirtiéndose en centro de una gran liga de ciudades helenas, llegando a ser la capital cultural de Grecia.
Atenas, pues, se convertirá también en un centro de filosofía, pero esta sufrió una profunda transformación. Ante la nueva ola de problemas que atormentaba al pueblo griego, aparecieron en escena los sofistas, que no son filósofos pero tenían una estrecha relación con la filosofía.
La filosofía nunca fue popular ya que los filósofos ponían en cuestión muchas creencias arraigadas y fueron, a veces, perseguidos por ello. Los sofistas, en cambio, tuvieron un enorme éxito porque responden a una necesidad social creada por la nueva situación. Todo se discutía, la gente necesitaba orientación. La democracia, además, hace que sea necesario convencer a los demás, por lo que la retórica se convierte en el arte más cotizado.
Los sofistas se presentan como los que saben. Sofistas es sinónimo de sabio. Sin embargo, el sofista no busca la sabiduría como el filósofo, sino que se presenta en posesión de un saber, un saber acerca del hombre y la humanidad, que son lo único que importa. Ahora los temas morales y políticos se ponen en primer plano.
El problema es que a los sofistas les importaba poco o nada la verdad, solo buscaban el éxito. Iban de ciudad en ciudad vendiendo a alto precio sus enseñanzas. Sus alumnos no querían escuchar nada más que saber cómo salir victoriosos de una disputa, y los sofistas les enseñaban a hacerlo. Frente a esto, Sócrates, Platón y Aristóteles se rebelan y siembran el descrédito de la sofística, acusándolos de falsa sabiduría, debido a que los sofistas pasaban por verdaderos sabios y contaban con más apoyo y favor que los filósofos. Aún así, su función positiva fue la siguiente:
Pusieron de relieve la importancia de la educación, asegurando que la virtud se puede aprender y no es patrimonio de una clase aristocrática. Si cobraban era porque no eran ricos y vivían de su trabajo, algo que escandalizaba a la nobleza.
- Difundieron ideas cosmopolitas y panhelénicas.
- Plantearon nuevos temas.
- Entre los sofistas destacaron, sobre todo, las figuras de Protágoras y Gorgias.
Protágoras viajó por toda Grecia ofreciendo sus enseñanzas con gran éxito. Ensañaba sobre todo retórica y dialéctica. Es famoso por haber dicho “el hombre es la medida de todas las cosas: de las que son, en tanto que son, y de las que no son, en tanto que no son”. Protágoras decía que las cosas son como a cada uno le parecen, el criterio es el hombre, cada hombre. Escribió un libro titulado Contradicciones o Dobles discursos, que trataba sobre cómo argumentar a favor y en contra de una misma tesis. En materia de religión tenía argumentos a favor y en contra: “por lo que respecta a los dioses, no puedo decir ni que existen ni que no existen; en este tema se tropieza uno con demasiados obstáculos, el asunto es oscuro y la vida breve”. Era por tanto un agnóstico.
Gorgias, por su parte, también viajó por toda Grecia y llegó a vivir más de cien años, siendo un gran orador y maestro de retórica. Escribió Sobre el no ser o Sobre la naturaleza, cuya tesis principal dice que nada es, si algo fuese sería incomprendido; y si fuera comprendido sería incomunicable. Gorgias negaba que existiera el ser en absoluto, era imaginario. Era un nihilista.
BIBLIOGRAFÍA
AAVV. Historia del pensamiento filosófico y científico. Antigüedad y Edad Media. 1ª Edición. Barcelona: Herder, 2010. pp. 75-83.
PADILLA MORENO, J. Historia del pensamiento antiguo y medieval. 1ª Edición. Madrid: CEF, 2016. pp. 39-43.